Tal y como expuse en una entrada anterior, el objetivo de la gamificación es aportar incentivos y recompensas, elementos característicos de los juegos, al aula. La forma de hacerlo es muy variada, y explorare diferentes opciones más adelante, una de ellas es gamificando a través de personajes.
Cuando los alumnos realizan los comportamientos determinados reciben puntos. Pueden haber comportamientos específicos o comportamientos semanales con una valoración distinta. Por ejemplo, cada semana hay un comportamientos que vale dos puntos.
Cuando los alumnos o grupos logran los puntos suficientes pueden canjearlos por equipamiento para su personaje, por mejoras que pueden añadirles para completarlos, personalizarlos o aumentar sus capacidades. Dichas mejoras, junto con la relación de puntos que cuestan, deberían estar expuestas en algún lugar específico del aula para que sean visibles en todo momento.
Si el personaje es un planeta tierra, un pequeño mundo, las mejoras pueden consistir en añadir agua, o árboles, o montañas, o casas o animales o nubes. El lugar donde se ven y consiguen estas mejoras puede ser en la máquina de "terraformación". Los pequeños planetitas van creciendo conforme avanza el curso.
Si el personaje es un héroe, las mejoras pueden consistir en equipamiento: botas, mallas, peto, coraza, guantes, espada, escudo, gorro, amuleto o anillos. Estos items se canjean o se consiguen en "la armeria", gracias al "buhonero", o mi elección personal: Phlannel Boxingday.
Conforme los equipos ganan puntos los personajes van evolucionando. La satisfacción de ver como nuestro trabajo contribuye a hacer que el peronajes mejoren y la motivación por conseguir determinados items son los estímulos que estamos poniendo en juego de cara a los alumnos.
Puede además combinarse el progreso de los personajes con un recorrido sobre un mapa en el que todos los personajes viajen juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario