Juan Vaello explica que en un aula se generan roles. Quieras o no se te asigna un rol y, ese rol, tiene que ver con cómo te vas a comportar y cómo los demás esperan que te comportes. Hay roles que favorecen el conflicto en clase: el gracioso, el chulo, el mandón... Entre alumno esos roles tienen mucha importancia porque se relaciona directamente con el estatus dentro de la clase: el mandón tiene una posición dominante porque nadie le lleva la contraria y el gracioso es aceptado porque hace reír a los demás. El reto es proponer a los alumnos otros roles alternativos, roles positivos donde la relación con sus compañeros y con sus profesores sea positiva y fructífera.
¿Qué hay detrás de esto? La convicción de que si a un alumno le propones un rol donde los demás le aceptan y le valoran positivamente es probable que lo acepte. Es decir, a todos nos gusta sentirnos aceptados y valorados; lo que difiere es la forma de conseguir esa aceptación y valoración. Si yo tengo un papel predominante porque pego a los demás, pegaré a los demás para mantener mi predominancia y que los demás reconozcan mi existencia. Este rol favorece claramente el conflicto. Si elimino el rol a la fuerza en un alumno, otro lo retomará. No se trata de dejar roles vacíos sino de sustuirlos por otro.
Hace poco tuve a un alumno que se incorporó al grupo desde otro colegio. A las semanas ya formaba parte de varios conflictos. Pegaba a los compañeros. Hablando con él expreso que en el anterior colegio le pegaban. Cuando vino a este decidió que no sería el "pardillo" (un rol muy claro y definido) y cuando vió que en la clase no había ningún "pegon" (el rol del que huía) decidió asumir él ese papel. Había una vacante y la reclamó para él. El reto fue proporcionarle un rol que le proporcionase reconocimiento y respeto por parte de los demás sin la negatividad del otro.
Por eso, una de las cosas que trato de averiguar cuando entro en contacto con un grupo es ¿qué roles están en juego actualmente? ¿qué papeles se están interpretando y quienes los representan? Un paso fundamental a la hora de anticiparnos a los conflictos.
Otro aspecto relacionado con los roles tiene que ver con cómo los adultos aceptamos, alimentamos y promovemos los roles de los alumnos. Si tengo un alumno que interrumpe constantemente la explicación o el trabajo con chistes y bromas puedo acabar pensando en él como "el graciosillo de turno" o "el payaso". Si asumo ese rol, inevitablemente mi interacción va a cambiar y a respetar ese patrón de pensamiento. Es probable que espere que él cause las interrupciones y el alumno va a percibir esto. Se crea un entendimiento tácito de quien es quien en el equilibrio del aula. Tú eres el alumno payaso y yo el profesor que aguanta tus payasadas. Al reconocer un papel le damos un lugar en el status quo de la clase, le recocemos, le reforzamos.
El profesor me tiene presente porque le dinamito las clases. No importa tanto si ese reconocimiento es positivo o negativo tanto como que le satisface saber que lo que él haga nos afecta. Y lo mismo se aplica con sus compañeros. Es el equivalente a la expresión "que hablen de mi aunque sea para mal"
En demasiadas ocasiones, esta asunción del rol por parte del profesor no se queda ahí: se comenta y recomenta con los compañeros favoreciendo que ellos "vean las cosas desde nuestra perspectiva". Buscamos que nos den la razón y que apoyen nuestros planteamientos, pero al hacerlo estamos propagando el rol del alumno que tanto nos molesta. Al comentar que un alumno es "el payaso" favorecemos que otros hagan suya esa etiqueta. Es una circunstancia terrible y terriblemente usual. Grupos enteros de profesores compartiendo una visión negativa de un alumno y transmitiéndola de un equipo docente a otro. ¿Quién se molestaría en crear un rol para que le respeten y reconozcan si ya le hacen el trabajo los profesores?
El juego del "rol" no acaba aquí, se extiende más allá de las aulas para alcanzar a las familias. En casi todos los colegios hay niños que todas las familias tienen etiquetados de una forma u otra. "Con ese no te juntes" , "prefiero que vayas con tal"... ¿de verdad pensamos que eso no causa nada? ¿que no tiene consecuencias? ¿que no se percibe?
Mi punto: La interacción en el aula se entiende muchas veces a través de los roles que ejercen o desempeñan los alumnos y muchas veces alimentamos con nuestras decisiones y nuestra forma de actuar los mismos roles que nos desagradan.
Si queremos evitar problemas en el aula hay que ser capaces de proporcionar a cada uno de los alumnos un rol positivo, integrador y verdadero.
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