No expliques con el material en la mesa

Gracias a Whole Brain Teaching he tenido la oportunidad de revisar casi por completo, muchos de los hábitos que cómo profesor tengo en el aula. Uno de ellos era el de permitir que los alumnos tengan sus libros, libretas, agendas o estuches sobre la mesa durante la explicación. Darme cuenta de que esto es un completo error ha cambiado el ambiente en mi aula por completo. ¿Quieres saber cómo? Te lo explico a continuación.

Durante muchos años, los alumnos de mi clase han tenido sobre la mesa el libro de trabajo y el material básico (lápiz, goma y sacapuntas) durante la explicación. La idea detrás de esta decisión era que pudiesen ver los contenidos o ejercicios (otro error que he aprendido a evitar y del que puedes leer más aquí) mientras los iba explicando  y que no hubiese ajetreo con el material al sacarlo.
La experiencia ofrece otras conclusiones. Si bien hay alumnos que son capaces de dejar quieto el material en la mesa durante la explicación, hay otra parte de la clase para los que juguetear con el lápiz, sacarle punta continuamente o hacer trocitos la goma es demasiada tentación. El resultado es lápices que caen, mesas manchadas y compañeros que acaban mirando lo que hace el de al lado con su material. Los que no juegan con su material acaban prestando atención a los que sí lo hacen.
Con los libros ocurre lo mismo, una vez los alumnos rompen el contacto visual con el profesor (una de las maneras más fiables de garantizar un mínimo de atención) es cuestión de tiempo que algunos deseen curiosear unos ejercicios más adelante, unas páginas más adelante o más atrás. Páginas que se mueven y alumnos que quieren mostrar a otros aquello que han descubierto. Los libros suponen un posible vector de desatención que dificultan nuestra labor más que facilitarla.
¿Conclusión? Ningún material encima de la mesa. Cuando el profesor indica que es el tiempo de trabajo, sacan los libros y el material y realizan su tarea. Cuando acaba la clase vuelven a recoger todo de nuevo y esperan con la mesa despejada a lo que planteé el profesor.