-Problemas con la expresión. Alumnos que tienen dificultades para expresar sus emociones en una situación conflictiva. Dentro de este rasgo hay dos dimensiones diferenciadas
- Por exceso: Alumnos que responden a los conflictos chillando, gritando, con emociones aparentemente exageradas o desproporcionadas. Parecen incapaces de gestionar su frustración o enfado y actúan de forma explosiva.
- Por defecto: Alumnos que, frente a una situación conflictiva, se inhiben o retroceden. Estos alumnos no comunican su desagrado, descontento o enfado; en su lugar se retiran, bajan la cabeza o dejan que otros hablen por ellos.
-Problemas con el respeto a los límites. Alumnos que, de forma continua o esporádica, transgreden los límites en la convivencia. Estos límites pueden ser físicos (agresiones como empujones, collejas, etc.), psicológicos (quitar algo a otro, esconder material, insultar, despreciar) o normativos (ignorar deliberadamente normas, reglas de juego, pautas de trabajo...)
Atendiendo a estos dos rasgos y a las posibles combinaciones podríamos generar 3 perfiles:
-Alumnos que tienen problemas con la expresión.
-Alumnos que tienen problemas con el respeto a los límites.
-Alumnos que tienen problemas con la expresión y con el respeto a los límites.
Cada uno de ellos requiere un trabajo diferenciado que pueda dar respuesta a sus necesidades particulares. Recordemos que estos problemas deben abordarse como síntomas de causas que deben esclarecerse si queremos realizar un trabajo útil.
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