Sea como sea (y a veces incluso sea cual sea) hay que tener una dirección, una idea, un principio o un punto hacia el cual ir. Y es responsabilidad de los padres (adultos a cargo, en general) definir, determinar y acordar esa dirección hacia la cual se va y que sirve para orientar y organizar todas las acciones que dentro de la familia (o el ámbito correspondiente) se han de llevar a cabo.
Hay que tener un plan.
Hay que tener un plan.
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