Prepara un montón de tarjetas blancas con el título de las diferentes reglas de clase. Cuando un alumno rombre una regla, pon la tarjeta apropiada en su sobre. No digas "Si rompes esta regla otra vez te pondré una Tarjeta Blanca.” Si lo haces estarás practicando las reglas durante meses. Hay que ser sinceros: los niños seguirán rompiendo las reglas… porque son niños, no robots. Cuando estés preparado para poner en prática las Tarjetas de Práctica no regañes, simplemente pon la tarjeta en su sobre.
Los alumnos tienen que practicar la regla que han roto, con su gesto correspondiente, durante un minuto por cada Tarjeta Blanca. Puedes colocar un máximo de 2 Tarjetas Blancas antes del mediodía y 2 más por la tarde. Aumenta poco a poco hasta esa cantidad como tope. No te vuelvas loco con las Tarjetas Blancas el primer día... Llegar a última hora de la tarde con 4 Tarjetas Blancas debería costarte un mes de mal comportamiento.
A los padres se les envía una Nota Blanca indicando la regla que debe ser practicada. La Tarjeta Blanca se mantiene en el sobre del alumno hasta que la nota vuelve firmada por los padres. En poco tiempo descubrirás que alumnos viven con adultos irresponsables. A estos alumnos deberías asignarles un Tutor Voluntario (normalmente otro profesor) El Tutor Voluntario acompaña y aconseja asumiendo el rol del adulto ausente. De esta manera nos aseguramos que cada niño tenga asegurada la presencia en su vida de un adulto responsable.
Después de un mes de Tarjetas Blancas, introduce las Tarjetas Moradas por buen comportamientos. Por ejemplo: El Salvaje Sebastián levanta la mano para pedir permiso para hablar. ¡Para el mundo! ¡Dale una Tarjeta Morada a ese alumno! Una Tarjeta Morada anula una Tarjeta Blanca. Si un alumno llega al final del día con una Tarjeta Morada, se le entrega una Nota Morada para llevar a casa o para enseñar al Tutor Voluntario.
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