Si decimos "!Clase, clase, clase!" ellos responden "¡Sí, sí, sí!". De la misma forma en la que nosotros digamos ¡Clase! ellos deben responder ¡Sí!. Los estudiantes de cualquier edad aprenden rápido y responden con rapidez a este eco y a sus variaciones.
En poco tiempo, cuando digas "¡Bazinga, clase!" ellos responderán "¡Bazinga, sí!". Cuanta más variación haya en tu captador de atención (reclamo), más implicación conseguirás de tus alumnos.
Conforme tus alumnos se familiaricen con "¡Clase!", haz énfasis en los siguientes aspectos: ellos deben dejar de hacer inmediatamente lo que estaban haciendo, deben juntar las manos y mirarte. En lugar de esperar a que se vayan acostumbrando a esta rutina, practícala varias veces al día.
Emplea "Forma correcta-forma incorrecta". Di "Voy a decir ¡Clase! y vosotros me enseñareis la forma incorrecta de responder: lentamente, sin juntar las manos o sin mirarme." Verás que los alumnos no tienen ningún problema en mostrarte la forma incorrecta de realizar cualquier procedimiento. Ahora diles: "¡Eso fue estupendamente incorrecto! ahora diré ¡Clase! y me enseñareis la forma correcta: rápido, preciso, manos unidas y mirada láser hacia mi."
Utiliza diferentes variaciones, tonos de voz y rimas varias veces al día para mantener a tus alumnos despiertos y motivados.
*Detalle importante: Cada vez que tengas una rutina de clase que desees mejorar emplea la estrategia "Forma incorrecta-forma correcta". Los estudiantes te mostrarán la forma incorrecta de realizarla y luego la correcta.